Sábado 15 Octubre 2011
La noche de Halloween hace un año fue literalmente escalofriante para la familia Colmenares Escobar. Pasadas las cinco de la mañana del 31 de octubre, Oneida Escobar recibió llamadas urgentes de varias compañeras de su hijo Luis Andrés, de 20 años, quienes le informaron que él había sufrido un accidente después de que salieron de un bar en la Zona Rosa de Bogotá, y que estaba desaparecido en el sector del Parque El Virrey.
Laura Moreno y Yesi Quintero, amigas y compañeras de Luis en la Universidad de los Andes, fueron las últimas que lo vieron. Las dos jóvenes aseguran que se conocieron esa noche. Los tres, y una docena de compañeros más, disfrutaron de la fiesta de disfraces en un bar mientras consumían en grupo una botella de vodka. "Salimos como a las 3:15 de la madrugada, y Luis estaba inquieto y salió hacia la calle 85. Yesi y yo nos dimos cuenta de que iba solo y lo alcanzamos en la esquina de la 85 con 15; se iba a comer un perro caliente mientras esperábamos que nos recogieran en el carro. Empezó a correr como loco por la 15 hacia el norte, salí detrás y nos metimos por los barrios hasta a la ciclorruta. Lo cogí, lo abracé para que no siguiera corriendo. Se soltó a la fuerza y siguió corriendo hacia el caño. Vi cuando él cayó en el caño", declaró Laura Moreno.
Su testimonio coincide con el de Yesi. Ella asegura que cuando estaban en el puesto de perros calientes, "Laura se corrió un momento a ver si venía el carro y yo me quedé con el Negro Andrés, lo cogí del reloj para que no se fuera a ir -no sé por qué se quería ir-, pero él rompió el reloj y botó el perro caliente y salió corriendo hacia El Virrey. Laura me dio las cosas de ella y salió corriendo detrás de él… Llegó Memo y me recogió, entonces llamé al celular de Luis (Andrés) y me contestó Laura, la llamé para saber dónde estaban, me contestó que estaba en un caño. Mientras hablábamos, ella empezó a gritar que el Negro se había caído en un caño. Decía: '¡Se cayó, se cayó!'".
Su testimonio coincide con el de Yesi. Ella asegura que cuando estaban en el puesto de perros calientes, "Laura se corrió un momento a ver si venía el carro y yo me quedé con el Negro Andrés, lo cogí del reloj para que no se fuera a ir -no sé por qué se quería ir-, pero él rompió el reloj y botó el perro caliente y salió corriendo hacia El Virrey. Laura me dio las cosas de ella y salió corriendo detrás de él… Llegó Memo y me recogió, entonces llamé al celular de Luis (Andrés) y me contestó Laura, la llamé para saber dónde estaban, me contestó que estaba en un caño. Mientras hablábamos, ella empezó a gritar que el Negro se había caído en un caño. Decía: '¡Se cayó, se cayó!'".
JUSTICIAEl descubrimiento de quien puede considerarse como el testigo clave en la investigación por la muerte del estudiante de la universidad de Los Andes, fue el as bajo la manga de la Fiscalía. La defensa de los implicados asegura que el declarante miente.
Jueves 7 Junio 2012
El nuevo capítulo en el marco del pleito judicial que busca esclarecer las causas de la muerte de Luis Andrés Colmenares tiene varios ingredientes que van desde amenazas, dos delitos más en el proceso, sobornos, un posible autor del deceso, un testigo desaparecido y otro que entregó detalles sobre la manera en la que fue golpeado el estudiante de la universidad de Los Andes.
El as bajo la manga del fiscal Antonio Luis González, sin duda, fue el descubrimiento del testigo que contó, bajo la gravedad de juramento, la manera cómo supuestamente fue golpeado Colmenares. El relato del declarante, leído por el representante del ente acusador ante el estrado, hizo llorar a los padres del estudiante quienes asistieron a la audiencia en su condición de víctimas.
Pero, ¿por qué aparece hasta ahora el testigo? ¿Por qué no habló antes sabiendo que el proceso que se adelanta es de conocimiento nacional? ¿Qué lo motivó a presentarse ante las autoridades? El propio González intentó responder a estas dudas durante la diligencia judicial que se rindió ante el juez 41 de garantías y la cual se extendió por 11 horas.
De acuerdo con el fiscal, el testigo fue identificado como José Wílmer Ayola, natural de Codazzi, César, quien decidió ir ante un CAI de Engativá, en el noroccidente de Bogotá, donde le confesó a un patrullero lo que sabía. Posteriormente, fue trasladado hasta la sede de la Sijín en el centro de Bogotá. Eso fue el pasado lunes sobre las once de la noche y su testimonio terminó pasadas las dos de la mañana del martes.
Pero, ¿por qué aparece hasta ahora el testigo? ¿Por qué no habló antes sabiendo que el proceso que se adelanta es de conocimiento nacional? ¿Qué lo motivó a presentarse ante las autoridades? El propio González intentó responder a estas dudas durante la diligencia judicial que se rindió ante el juez 41 de garantías y la cual se extendió por 11 horas.
De acuerdo con el fiscal, el testigo fue identificado como José Wílmer Ayola, natural de Codazzi, César, quien decidió ir ante un CAI de Engativá, en el noroccidente de Bogotá, donde le confesó a un patrullero lo que sabía. Posteriormente, fue trasladado hasta la sede de la Sijín en el centro de Bogotá. Eso fue el pasado lunes sobre las once de la noche y su testimonio terminó pasadas las dos de la mañana del martes.
Publicado por : Octavio Luis Celedon Suarez
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